El país es recorrido del norte al centro por los montes Cárpatos, que en su parte occidental se denominan Alpes de Transilvania. En la concavidad del arco que forman los Cárpatos se extiende la meseta de Transilvania. Al este se extienden las llanuras de Moldavia y al sur las de Valaquia, atravesadas por el río Danubio que desemboca en el mar Negro con un gran delta. Con abundantes recursos minerales -petróleo, gas natural, carbón, mineral de hierro y bauxita-, Rumania ha comenzado a desarrollar actividades industriales significativas; sin embargo su economía depende en gran medida de la exportación de materias primas y productos agrícolas. Es uno de los principales productores de petróleo de Europa. Copsa Mica, en el centro de Rumania, es considerada una de las áreas industriales más contaminadas de Europa.
Uno de los lugares más populares para visitar es Transilvania, gracias a los libros y películas sobre Drácula, que, según la historia, vivió en un castillo en esta región rumana. La cercana presencia de los Cárpatos, la leyenda y que las Iglesias fortificadas de la zona son Patrimonio de la Humanidad, hacen que Transilvania sea un destino muy atractivo.
El Delta del Danubio, que también es Patrimonio de la Humanidad, y que Rumanía comparte con Ucrania, es otro de los lugares preferidos por los turistas por su riqueza natural, como también lo es la costa del Mar Negro. En esta zona destaca la localidad de Constanza.
Bucarest, la capital, no es una ciudad excesivamente monumental por dos razones; la destrucción que sufrió durante la Segunda Guerra Mundial y la "limpieza" del regímen comunista de CeauYescu, que cambió bastantes edificios históricos por construcciones nuevas.
Algunos de los edificios que aún se conservan son el Edificio del Parlamento, la Iglesia de Stravropoleos, el Ateneo Rumano o la Catedral Patriarcal.
SighisoaraSinaia también es un destino habitual gracias al Castillo PeleY y al Monasterio de Sinaia, ambos de gran belleza.