Playas de arena blanca y mar turquesa, grandes ciudades, desierto, encantadores pueblitos pesqueros, montañas, sabanas, ríos, diferentes culturas y la fauna más espectacular del mundo viven y conviven en este país. Una mezcla del primer y del tercer mundo. Europeo pero no europeo, africano pero no africano, ofrece un contraste tal que al hablar de Sudáfrica, más que de un país, parece que se hablara de un continente.
Sudáfrica es una auténtica nación-mosaico de culturas, lenguas y religiones enclavada en un entorno natural sencillamente espectacular. La convulsa historia sudafricana y su complejo presente hacen de este país austral un lugar de enorme dinamismo social y cultural, en el que todo puede ser posible.
Posiblemente se trata del país donde se respira un mayor optimismo de todo el África subsahariana. A pesar de los graves problemas que siguen existiendo en la zona, la República Sudafricana es la primera economía del continente, las infraestructuras son razonables, el clima político es estable y el sector turístico se está consolidando. Sudáfrica ofrece grandes atractivos, desde magníficos safaris y trekkings en las montañas, hasta solitarias playas en las que practicar el kitesurf.